Cómo se injertan las rosas
Si quieres variar los colores de tus rosales, los injertos son una magnifica manera de conseguirlo. Además, es muy fácil hacerlos y los resultados te sorprenderán.
¿Quieres saber en qué consiste injertar?
Injertar es un método, muy común en la jardinería, para colocar una porción del tallo de una planta en otra para así crear un tipo de planta que antes no existía porque resulta de la unión de las dos anteriores. No solo las rosas pueden cruzarse así, todo tipo de plantas pueden injertarse, ¡los resultados que puedes lograr son innumerables!
Quizás porque las rosas son una de las flores que más se regalan en el mundo, es muy común que la gente pruebe diferentes tipos de injertos entre tipos diferentes de rosas para obtener la rosa que se ha imaginado para regalar a un ser querido, o solo para tener en su jardín.
A continuación, te mostraremos uno de los tantos métodos que hay para realizar injertos: el injerto de yema foliar.
Paso 1 – ¿En qué estación del año es mejor hacerlo?
No podemos realizar injertos en cualquier mes del año. Es a mitad del verano cuando nuestros rosales están en su mejor estado, en especial, el que recibirá el injerto, llamado también patrón o rosal macho.
Este rosal se encuentra muy saludable en estos meses de calor porque, gracias al aumento de la temperatura, los nutrientes tienen la facilidad de llegar más rápidamente a las hojas desde las raíces donde absorben estos elementos vitales para su crecimiento. Al estar más fuerte, la planta está mejor preparada para recibir e incorporar el injerto a su estructura.
Paso 2 – Eligiendo el vástago o yema
El vástago no es más que la porción de planta que colocaremos en otra. Éste es un paso que debemos realizar con mucho cuidado porque de la elección de esta porción dependerá mucho el éxito del injerto, Por esta razón, es importante que el vástago se vea saludable, preferiremos uno joven, con hojas frescas. El tallo necesita estar tiernito y suave. Asegúrate de que haya tenido muchos brotes antes, lo cual te demostrará que se trata de un vástago fértil.
Paso 3 – Extrayendo la yema o vástago
Antes de iniciar el injerto, es importante que desinfectes con etanol o alcohol el cuchillo que vas a usar. También, el cuchillo necesita estar afilado.
Una vez que identificaste la yema de la rosa que vas a injertar, necesitas realizar un corte a su alrededor hasta obtener un pedazo de tallo de dos centímetros y medio de diámetro. Tu yema quedará justo en el medio.
Paso 4 – Tiempo de preparar el rosal patrón o macho.
Es importante que prepares el rosal que recibirá al vástago con varios días de anticipación. Recuerda que quieres que tu injerto sea todo un éxito y por eso es importante tomar todos los cuidados posibles. Principalmente, es necesario que lo riegues todos los días para garantizar que los nutrientes fluyan hacia sus hojas y tallos.
Como parte de los cuidados previos para el injerto, con cuidado, poda y recorta las hojas que estén en la zona del tallo donde vayas a injertar tu yema. De esta manera, tu rosal concentrará todos sus recursos en esa zona, que es precisamente lo que tú quieres para que el nuevo vástago se bien recibido.
Paso 5 – Hacer una incisión en forma de T en el rosal patrón
Ésta es una operación muy delicada y necesitarás hacerla con suavidad y mucho cuidado.
Con tu cuchillo, vas a realizar una incisión en forma de T en el tallo que ya preparaste, en el rosal patrón. Sé consciente de la fuerza que imprimas en el corte porque solo cortarás la corteza hasta llegar al centro suave del tallo, sin cortarlo. Es muy importante esto, porque lo que básicamente estás haciendo es crear un bolsillo donde pondrás el vástago.
Paso 6 – Tiempo de colocar el vástago en el rosal patrón
Con igual cuidado, ahora vas a colocar la yema en el corte que creaste en el rosal patrón. Todo este procedimiento se realiza lentamente y con mucha suavidad, también es importante que el brote de tu yema se encuentre mirando hacia el exterior para que pueda crecer sin ninguna dificultad.
Para que la unión de las dos plantas sea todo un éxito, sus partes blandas necesitan entrar en contacto. Para ello, lo mejor es colocar una cinta adhesiva especial para injertos alrededor de la zona de contacto entre las dos plantas para que la unión sea firme y prospere el injerto que acabas de realizar.
Paso 7 – Como todo, el cuidado posterior al injerto es fundamental
Necesitarás monitorear el injerto evitando intrusiones de animales y de otras plantas, en especial durante las dos primeras semanas posteriores a la realización del injerto.
Para ello, es importante, también, que riegues la planta con mucho agua todos los días. Es una muy buen idea añadir composta para que la planta reciba todos los nutrientes que necesita para sanar su herida y para que el injerto se concrete. Asegúrate de que la planta reciba la luz del sol y que esté en un lugar donde no se vea afectada por condiciones climáticas adversas. Esto se aplica aun cuando la planta ya haya aceptado completamente el injerto, por lo que en invierno asegurarte de que no reciba frío.
Si a tu rosal patron le salen nuevos tallos, es mejor que los recortes para que la planta se concentre en la zona injertada y envíe todos sus nutrientes allí. Trata de no tocar la zona injertada, ni siquiera para quitar la cinta adhesiva, como el ombligo de un bebe, se caerá por sí sola a medida que pasen los días.
Pronto, tu rosal empezará a hacer crecer tus nuevas rosas, de un color que quizás sea el que tenías en mente, u otro que te sorprenda.
Como ves, realizar injertos no es nada difícil y está lleno de sorpresas. Es una forma de poner en práctica tu creatividad de una manera muy cercana, y en asociación, con la naturaleza que te acompaña todos los días en tu casa y en tu jardín.