Consejos Para Cuidar de Tu Cactus
Los cactus son una especie de plantas muy queridas entre los amantes de la naturaleza, sobre todo, entre aquellos que disfrutan de tener plantas en sus casas y cuidar de ellas.
Tienen la reputación de ser una especie poco demandante, cuyos cuidados son sencillos y no exigen demasiado. Sin embargo, sí hay ciertas cosas que deberías tener en cuenta si quieres que tus cactus tengan una vida larga y sana. Te lo explicamos a continuación.
1. Riego
Los cactus necesitan poca agua. En los meses fríos, bastará con regarlos aproximadamente cada 10 días. La frecuencia de riego aumentará ligeramente para los meses más cálidos, en los cuales necesitarán agua cada 4-8 días. Esto dependerá del lugar donde vivas y de la planta en particular.
Recuerda que regarlos demasiado podría matarlos. Además, el exceso de humedad causado por el riego constante podría promover la aparición de hongos y plagas.
2. Dónde colocarlo
Si tu cactus es pequeño y no tiene espinas, o tiene muy pocas, considera ponerlo en una maceta de barro con agujeros al fondo, pues este material es más poroso y tiene un mejor drenaje.
El cactus necesitará estar junto a alguna ventana donde reciba mucha luz indirecta del sol. Es decir, deberías colocarlo en algún sitio muy iluminado donde no reciba los rayos del sol directamente. Durante el invierno, necesitará reposar. Por ello, lo mejor será cambiarlo a alguna habitación lo suficientemente fresca e iluminada.
Si, en cambio, quieres plantar un cactus de mayor tamaño y con muchas espinas en el jardín; lo ideal será que esté en un sitio donde reciba los rayos del sol en todo momento durante el día. Ten en cuenta que si las temperaturas son demasiado bajas durante el invierno, es posible que el cactus no sobreviva (o que no llegue a la primavera en su mejor forma).
3. Propiedades de la tierra
Si bien es una especia muy resistente, los cactus agradecerán una tierra rica en nutrientes (¡como todas las plantas!). Asegúrate de consentirlo con una tierra nutrida cuyo pH sea alrededor de 6.
Es importante que observes el estado de tu planta y que hagas modificaciones a tu rutina de según consideres necesario.
Por ejemplo, si ves que la tierra se seca muy rápido y que el cactus está perdiendo su color, quizás puedas modificar un poco la rutina de riego y hacerla más corta. Si tu cactus se está encogiendo, tal vez necesite más luz. Si se está manchando, puede que requiera más tiempo de sombra. Si no se está desarrollando bien, tal vez la maceta no sea lo suficientemente grande o porosa y necesitas trasplantar.
Si tienes poca experiencia cuidando plantas, te recomendamos que elijas un cactus pequeño y sin espinas que sea más fácil de cuidar. Los cactus grandes podrían ser una opción más viable ya que conozcas mejor a tus cactus pequeños.
Observa, escucha y entiende a tu cactus. Son plantas que comunican de forma muy clara sus necesidades, y sólo es cuestión de prestar atención para comprender qué es lo mejor para ellas.